Friday, February 16, 2007

Vacaciones en Puerto Rico



Haz pasado tus vacaciones en Puerto Rico y es hora de marcharte. Eso crees. Te acaban de decir que el vuelo se atrasó. El próximo avión despega dentro de seis horas. Son apenas las diez de la mañana. ¿Qué hacer?

1. Busque un libro. Pasará la mitad del tiempo tratando de encontrarlo.
2. Lo que sí hallará son regalos de última hora para los que olvidó mientras disfrutaba de su viaje. Artesanía, dulces típicos (de consumo exclusivamente turístico), y productos que todo buen americano reconoce y desea ver de manera conspicua.
3. No se siente. No hay sillas en el aeropuerto. A menos que entre a uno de los establecimientos de comidas rápidas.
4. Flirtee si me ve pasar.
5. Tome café. Estará probando el mejor café del mundo. Para la tercera taza sus coordenadas del espacio y el tiempo estarán lo suficientemente trastocadas y se olvidará de ellas.
6. Si no quiere tomar café, tome un taxi. La playa, una de las mejores del Caribe, está a cinco minutos del aeropuerto. Puede tomar el sol o un refresco.
7. Tres minutos más allá está Piñones. El Transparaíso de las Fritangas. Es uno de los últimos lugares del mundo occidental en el que se preparan delicias culinarias con grasas trans. Donde dice delicias dice delicias. Los bacalaitos y las alcapurrias son un aporte nacional a la gastronomía global. Si usted ha sido criado a fuerza de fast food toda su vida no muestre demasiados remilgos con las frituras de Piñones.
8. Además del hermoso paisaje puede disfrutar de la fauna exótica. Las gallinas de palo, esos reptiles de un alegre verde esmeralda, son tan exóticos como usted. Es decir, no son originarios de la isla. Pero aquí somos muy hospitalarios.
9. No tema, esos animales son herbívoros (vegetarianos). Como Adolf Hitler.
10. Cuando regrese al aeropuerto volverá a sorprenderse de que no hay sillas. Camine. Queme calorías.
11. Cerciórese de que su vuelo no haya partido aún.

Estas once sugerencias pueden sufrir cambios si, a manera de suerte paradójica, su vuelo parte a las cinco de la tarde. Si pasamos por alto que esa es la hora en la que mueren los toreros en España, aquí, en Puerto Rico, es la hora en la que el tránsito vehicular se convierte en una representación del infierno. Es decir, todo el que se halle en un modo de transportación terrestre quedará inmovilizado. Un anuncio de cómo será la eternidad allá abajo. En el parque temático en cuyo centro hay un lago de azufre.
¿Más claro? Si son las diez de la mañana y su vuelo es vespertino, entre las cinco y seis de la tarde, permanezca en su sitio. Ármese de paciencia. Cualquier otra arma significa alerta naranja (si es blanca) o roja (si es de fuego). Y ahí sí que es verdad.
La foto es de El Yunque, Bosque Nacional (de los EEUU) en la isla de Puerto Rico.

Friday, February 2, 2007

Carta de presentación


Mi nombre es Beba Marucci. Estudié lenguas y literatura en mi país natal, Puerto Rico. Pasé a Francia donde estudié estética y publiqué el poemario L´eau de las criques. Ahora soy profesora de aeróbicos en Madrid.
Junto a unas amigas hemos creado Totalia Editoria. La primera publicación es una antología que pronto estará disponible en las librerías.